La guía ciudadana de regeneración y renovación urbana integrada [2/7]
2/ ¿QUÉ ES LA REGENERACIÓN
Y RENOVACIÓN URBANA INTEGRADA?
Son innumerables los artículos, las noticias y los documentos que utilizan el concepto de regeneración, pero son muy pocos los que lo hacen de manera, digamos que, adecuada y propia. Basta leer la primera acepción del verbo en el DRAE para tener una clara idea de lo que significa: 1. tr. Dar nuevo ser a algo que degeneró, restablecerlo o mejorarlo. U. t. c. prnl. Por tanto, regenerar no es sustituir una cosa por otra, sino recuperar y reestablecer lo que una cosa es.
Sin embargo, en urbanismo
estamos tan acostumbrados a la transformación urbana (1. tr. Hacer cambiar de forma a alguien o algo. U. t. c. prnl.)
que no nos damos ni cuenta cuando cambiamos una cosa por otra. Y no, cuando
sustituimos una urbanización y unos edificios por otros, no es regenerar, eso es transformar.
En nuestro país y en
nuestra ley, que al fin y al cabo es la base común con la que nos tenemos que
entender cuando hay discrepancia de opiniones, distingue muy claramente los
distintos objetivos y formas que tenemos para hacer las cosas sobre la ciudad
existente, lo que venimos en llamar el suelo urbanizado.
Si queremos crear una
nueva ciudad (con todo lo que se considere) o mejorarla mediante una pequeña operación
de una finca tenemos lo que llamamos actuación de reforma o renovación de la
urbanización y actuación de dotación, pero ninguna de las dos regenera NADA. Se
basan en lo de siempre, en darle a alguien edificabilidad o recalificarle a
cambio de que urbanice y que dé al ayuntamiento los espacios y fincas públicas
que hayan sido definidas por el plan urbanístico correspondiente. Es lo mismo
que cuando hablamos del crecimiento en el exterior de la ciudad.
Si de lo que hablamos es
de recuperar y mantener la ciudad, ahí nos empezamos a acercar más, pero
tenemos que distinguir 3 conceptos de forma clara, para que no nos den gato
por liebre:
La Rehabilitación EDIFICATORIA es únicamente cuando hablamos de edificios, nada más. Es como
si no se hiciera nada sobre todo lo que rodea a los edificios. Como
rehabilitación generalmente se abordan tres facetas: la conservación, la
accesibilidad y la eficiencia energética, pero ahí se acaba.
La Regeneración y
Renovación URBANA es algo más amplio y normalmente afecta a un barrio. No solo se rehabilitan edificios,
también se demuelen y se construyen si es necesario, pero lo que la caracteriza sustantivamente
es que se reurbaniza para que todo siga como era antes de intervenir sobre esa
parte de la ciudad*. Puede que haya algo nuevo, pero no es significativo, será puntual. Lo que
si es significativo es que, a diferencia del resto de operaciones urbanas, en
vez de hacer las cosas por partes (primero urbanizamos y luego construimos),
aquí lo hacemos todo junto como un único proceso, proyecto y autorización. La
regeneración y renovación urbana es una actuación de “ladrillo” y “bordillo”, en
la que se interviene sobre los edificios y la urbanización para que sigan siendo
lo que son y como son, sin que haya grandes sustituciones de edificios.
Si a la anterior forma de
hacer las cosas le sumamos programas y acciones sociales, económicas o
medioambientales (con sus costes) le llamamos Regeneración y Renovación URBANA INTEGRADA. Decimos que es integrada por que aborda prácticamente
todos los flancos posibles, lo físico, lo social, lo económico y lo ambiental,
cosa que NUNCA se ha hecho en el urbanismo tradicional, al menos de manera
conjunta y unitaria. Siempre lo hemos hecho como “cajas estancas” y es por eso
que casi siempre ha sido ineficiente. Con este tipo de actuación cada euro
invertido no es que sume, es que multiplica en todos los sentidos.
Pero si por algo se
caracterizan estas tres formas de actuar en la ciudad existente, es por una
cuestión clave, se financian, además de con posibles ayudas públicas y aportaciones, con cargo al derecho de propiedad y, por tanto,
son los propietarios de TODOS los edificios y construcciones los que están
obligados a pagar los costes de cada actuación**, incluso si trascienden de su
propiedad. Porque su propiedad se ve beneficiada por las condiciones y
calidades de lo que la rodea, ya sean de sus condiciones físicas, sociales,
económicas o medioambientales, todo incide y por eso se identifica con la
integralidad.
La importancia de la obsolescencia y de los costes de
la ciudad
Como puedes observar la
Regeneración y Renovación urbana integrada tiene un objetivo más ambicioso,
solidario y efectivo que la mera rehabilitación edificatoria, ya que, su objeto es la ciudad de la que forman parte esos edificios a rehabilitar y permite afrontar la solución de los dos
problemas más acuciantes que tenemos en nuestras ciudades, la obsolescencia y
la falta de asunción de los costes de la ciudad, singularmente el de su amortización.
El paso del tiempo es indudable y, como ocurre con cualquiera de nuestros bienes, llega el día en que se agotan, incluso cuando nos hemos preocupado de su correcto
mantenimiento. A la ciudad le ocurre igual. Las urbanizaciones y los edificios
tienen vidas útiles distintas, pero también se agotan. Y en ese momento ¿Qué
ocurre?
En ese momento aparece el debate de los costes de la ciudad, su gestión y si hemos ahorrado dinero suficiente para poder afrontar el coste de reposición. Con ello, nos tenemos que preguntar si tenemos dinero para afrontar la reposición y, en su caso, la mejora o adaptación a nuevas exigencias, ya sea en cuanto a la urbanización o a los edificios.
En urbanismo hemos vivido
en la ficción de que las recalificaciones lo arreglan todo (más bien esconden),
pero estas solo funcionan si hay un universo creciente de compradores de bienes
de valor progresivamente cada vez más alto y eso es una ilusión de imposible
cumplimiento (ya sea en forma de escalada de precios o de la tan manida
gentrificación, por no hablar de los costes sociales y ambientales que casi nadie pone encima de la mesa). Por eso, nacieron las actuaciones de Regeneración y Renovación
urbana integrada, porque no hay otra solución que seamos los propietarios de edificios
y construcciones los que tengamos que afrontar esos costes de manera directa y
no solo a través de los impuestos, porque al fin y al cabo somos nosotros los que nos
beneficiamos directamente de lo que tenemos alrededor e incrementa el valor de
nuestra propiedad.
Por eso, es conveniente y necesario impulsar la cultura de la corresponsabilidad urbana en su sentido pleno a través de la Regeneración y Renovación urbana integrada, para que cada euro que tengamos que aportar nos rinda y mejore nuestra calidad de vida.
*: Ver Capítulo 4 de está guía, próximamente.
**: Ver Capítulos 3 y 5 de está guía, próximamente.
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