[nU] no-Urbanismo: Vancouver, Pacto fiscal y Consulta
Una reciente noticia referida a la ciudad de Vancouver (Canadá) nos ha recordado un par de temas que ya apuntamos en el Post “Cambio de Paradigma: Punto y seguido”, la necesidad de un pacto fiscal por la ciudad y de un nuevo modelo de participación ciudadana corresponsable. Pues he aquí un claro ejemplo de estos dos aspectos sustantivos de nuestro futuro modelo urbano.
Un reciente artículo publicado en el periódico EL PAIS "Vancouver y el dilema del éxito" nos presenta la interesante problemática de como sufragar unas nuevas infraestructuras, en una ciudad que pasa por ser una de las 5 mejores ciudades del mundo donde vivir, según la clasificación de la lista Mercer que se utiliza para compensar a empleados que son desplazados en sus trabajos (La lista Mercer se forma a partir de distintos indicadores tales como el clima, la vivienda y la situación política).
La cuestión es si, para construir unas nuevas infraestructuras de transporte con un coste de 6.100 M€, los ciudadanos de Vancouver están dispuestos a incrementar un 0,5% su impuesto de IVA en el tramo de imposición local por un plazo de 10 años. Automáticamente, se despliegan ante nosotros toda una serie de temas ramificados:
- La proporcionalidad, necesidad y coste de una nueva infraestructura.
- La apuesta por el transporte colectivo y la movilidad sostenible.
- La atracción social y la calidad de vida.
- La eficiencia del gestor y la percepción de los usuarios.
- La mejora de la ciudad, las inversiones inmobiliarias y el incremento de precios de la vivienda.
- La cuantía y modo de la carga impositiva que soportamos los ciudadanos y a qué se destina.
Pero sin duda el hecho diferencial está en una cuestión muy sencilla, la consulta a la ciudadanía y no en una cuestión menor, sino, ni más ni menos que sobre los impuestos. A diferencia de nuestro país donde la posibilidad de consultar sobre las leyes o normas tributarias es bastante remota (CE 87.3), en la cultura anglosajona es muy frecuente que se consulte a la ciudadanía sobre todo tipo de cuestiones, incluso las tributarias como vemos, y la ciudadanía ejerce con naturalidad dicho derecho-obligación.
Al ciudadano se le pregunta de manera sencilla, concreta, completa y vinculante en busca de un pacto con él, un pacto fiscal si aceptamos la expresión. El ciudadano, cuando se le pregunta, sabe el Quién, Qué, Cuánto, Cómo y por Cuánto tiempo va a pagar para obtener esa mejora en su ciudad y su respuesta es totalmente comprometida, puesto que la va pagar de manera directa en cada producto que compra mediante un recargo impositivo y no disparando con pólvora del rey.
¿Os imagináis una pregunta parecida en un situación análoga, cercana y de plena actualidad?....
Si alguien tiene la curiosidad, puede consultar sobre el referéndum y la pregunta en el siguiente enlace:
Buena reflexión Álvaro sobre la viabilidad financiera del proyecto de ciudad, y buen ejemplo.
ResponderEliminarEn nuestro entorno, primero se crece viabilizando solo la primera transformación de suelo, sin considerar debidamente los impactos sobre otros territorios construidos o no. Menos aún, considerando el funcionamiento ordinario del conjunto.
Cada vez va a resultar más importante la presencia de los interventores en las jornadas al uso sobre urbanismo y territorio.